January 11th, 2008 -- Posted in | No Comments »
Nadie inquiere en este silencio, En ese caminar de anteayer, En la parálisis de la clepsidra, Ese reloj de agua que nos turba en su desprendimiento nÃtido, En la sequedad de la hogaza que amontona nuestros colmillos, Nadie inquiere en esta resequedad de labios, En la rodilla que no mueve listones, Este sitio, Ni Siquiera la sirga o el grano de arena, Nadie inquiere en la tos de mi padre que enardece el degolladero de todos, No desgastes las favilas de mi mirada en contemplaciones de dolor, He perdido el añico, La astilla, La simiente, Sé mi pie sin miramientos