Siempre he sido KAntiana, idealista trascendental de hueso colorado
* Segundo lugar nacional del Premio del Milenio Mundial 2007-2008
Reto 15 del Proyecto del Milenio: Ética Global
RECUPERAR LA UTOPÍA
Karen Álvarez Villeda
¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.
Eduardo Galeano
Problematización: Futuro posible
Hemos progresado científica y tecnológicamente, económica y políticamente, social y culturalmente… Sin embargo, no hemos progresado éticamente. Nuestra historicidad de guerra se cimienta en la individualidad debido a que no “compartimos” los fundamentos mínimos que fomenten el dialogo y eviten la violencia. Debemos revertir esta perspectiva y reformular una prospectiva para el 2030. Vivimos un gran número de crisis que carecen de respuesta ética (y moral) inmediata, por lo que es urgente la reorientación de la perspectiva global hacia una ética mundial para la construcción de un futuro más pacífico. Hoy mismo hay que redescubrir la ética para cambiar la mentalidad de la humanidad.
Afirma Küng: “Ciertamente carecemos en todos los sentidos de una visión realista que ilumine el futuro”[1]. Debemos generar un nuevo orden moral mundial –para el 2030– que se oriente axiológicamente (en referencia a problemas morales) hacia la responsabilidad comunitaria de una ética mundial porque, como señala la Declaración del Parlamento de las Religiones del Mundo: “Todos somos responsables en la búsqueda de un orden mundial mejor”[2].
¡Necesitamos creer! Un futuro deseable es un mundo “mejor” (imposible utopía) pero anhelamos un mundo más pacífico; una “utopía realista” es el futuro posible. La ética debe ser “cosa de todos los días”. Los estándares mínimos de respeto a la humanidad deben regir cada decisión, desde nuestra casa hasta los que tienen el poder para decidir a nivel mundial.
¿Una ética mundial para la toma de decisiones?
En un primer apunte sobre la ética mundial hay que recalcar que la fe en las ideologías (y las religiones) ha declinado, por lo que la ética mundial y la moral pública no deben basarse en una metafísica religiosa –Küng propone la paz entre las religiones– debido a que se necesita, en realidad, un cambio en la base moral de un paradigma universal que recupere la utopía. Este es el sentido del Millennium Project: “La ética mundial no sólo debe corresponderse con la moral de las religiones más importantes, debería también incorporar tanto a los creyentes como a los no creyentes en una nueva alianza que siente las bases para un sentido de “pertenencia” para toda la raza humana—incluyendo “la raza futura”, para que actuemos en favor de las generaciones por venir”[3].
Ahora bien, sin afán de retomar el idealismo ni de desacreditar al realismo propuesto por Küng[4], propongo una “utopía realista” que sea prácticamente realizable desde la ética y de la moral (en sentido positivo) y que sea en contra del moralismo[5] que suponen todas las religiones en su “superioridad moral”[6]. Sin insistir unilateralmente en posturas moralistas y excluyendo su instrumentalización en instituciones como el Estado o la Iglesia, hay que desabsolutizar normas y retomar valores justificados como la paz, la justicia y la vida para sentar las bases mínimas de una ética mundial y formular la “utopía realista”.
Prospectiva y humanización: La “utopía realista”
Con el propósito de incorporar de forma más rutinaria las consideraciones éticas en las decisiones mundiales, formulo un consenso básico que parte de una orientación espiritual (no religiosa) hacia los valores universales, los criterios inalterables y las actitudes personales de una ética mundial mínima que todos poseemos.
Enlisto cuatro puntos básicos del código de conducta internacional para la “utopía realista” en el 2030, señalando que estas consideraciones deben redundar en beneficio de la humanidad para reformular un mínimo ético en todos los ámbitos:
1. La humanización de la humanidad porque se debe detener la extinción de la humanidad por la misma humanidad.
2. La configuración de la humanización en el ámbito del poder para humanizar la voluntad política y la dirección económica.
3. La incorporación de una ética mundial mínima en la toma de decisiones.
4. La responsabilidad comunitaria y el compromiso global de respetar la dignidad inherente a TODO ser humano.
Recuperando la utopía: Anticipación y acción
Respecto a la anticipación para el escenario posible del 2030, se debe empezar por un cambio significativo de mentalidad (en México y en el mundo) basado en la humanización, que es la acción y el efecto de fomentar que las personas hagamos el bien (entendido teológicamente como el “mal menor”). La humanización es una toma de conciencia que proporciona una certidumbre ética basada en el axioma de la “regla de oro”. Tratar al ser humano como ser humano se debe hacer una creencia común a toda la humanidad.
Si la toma de decisiones está basada en el poder, entonces la humanización debe ser el principio de la conducta de los que toman las decisiones respecto a diversos temas que poseen –explícita o implícitamente– consideraciones éticas. Por lo tanto, se debe humanizar la voluntad política y la dirección económica de los que toman las decisiones (y los que dirigen las empresas) para que actúen a favor de la humanidad y no en base al “yoísmo”, a sus intereses, a las leyes del racionalismo económico, a la destrucción de nuestro mundo.
De esta manera, se incorpora una ética mundial mínima en la toma de decisiones para hacer el menor mal posible para actuar a favor de las generaciones venideras. La educación para la responsabilidad comunitaria es la base de ese proceso mundial que necesitamos para alcanzar el compromiso global de respetar la dignidad de todos los seres humanos. ¡Debemos formar ciudadanos responsables y humanizados que estén conscientes que necesitamos una alianza común que quebrante el individualismo! También necesitamos nodos e instituciones para la intersección de todas las redes posibles que trabajen por la ética mundial. ¡Hay que institucionalizar la ética mundial, la “utopía realista”!
¡Sabemos que debemos actuar ya! ¡Debemos ser responsables con la humanidad y comprometernos hoy! Necesitamos una ética mundial que regenere la situación que estamos viviendo: corrupción, crimen organizado, trata de personas, seres humano sufriendo, mal uso de la tecnología, deterioro del medio ambiente…Necesitamos abrir los ojos y denunciar. Sé que pocos tienen el poder para tomar las decisiones mundiales. Sin embargo, debemos empezar hoy para tener un mundo más pacífico en el 2030. Empecemos con lo que tenemos al alcance: el lenguaje, las palabras. ¡Tenemos palabras que pueden destruir discursos, tenemos que exponer a la luz pública lo que está pasando! ¡Denunciar es el principio de una conducta ética mundial! Hablar por y para el otro es la prístina piedra de un nuevo orden mundial para el 2030.
Escenario para el 2030
Visualicemos un escenario en el 2030 y escuchemos un grito comunitario que engulle todos los discursos que destruyen a nuestra humanidad, a nuestro mundo: ¡No más Yo! ¡Retomemos la dialéctica de la identidad y suprimamos la otredad, percibámonos como iguales! ¡Somos iguales! ¡Reconozcámonos en el Otro, crucemos las fronteras! ¡La ética nos trasciende! ¡Somos Uno, hermanémonos para perseguir una “utopía realista”, una experiencia que sea una praxis…! ¡No somos unas islas, somos un mundo! Nuestra respuesta la vivimos en un poema de John Donne: “(…)La muerte de cualquier hombre me disminuye, / Porque soy una parte de la humanidad. / Por eso no preguntes nunca / Por quien doblan las campanas, / Están doblando por ti.”
Bibliografía
a) Libros
1. Donne, John. Poesía completa. (Traducción e introducción de E. Caracciolo-Trejo). Barcelona: Ediciones 29, 1998.
2. Küng, Hans. Una ética mundial para la economía y la política. México: Fondo de Cultura Económica, 2000, p.11.
3. Küng, Hans y Kuschel, Karl-Josef. Hacia una ética mundial: Declaración del Parlamento de las Religiones del Mundo. Madrid: Trotta, 1999, p. 9.
b) Consultas electrónicas
1. Millennium Project. http://www.globalmillenniumprize.org
[1] Küng, Hans y Kuschel, Karl-Josef. Hacia una ética mundial: Declaración del Parlamento de las Religiones del Mundo. Madrid: Trotta, 1999, p. 9.
[3] “Reto 15” del Millennium Project. (s.f.). Recuperado online el 1 de noviembre de 2007 de, http://www.globalmillenniumprize.org/vnmoe/index.php?id=78
[4] Küng insiste en que las utopías son un “en ningún lugar” que ha engañado demasiadas veces y sometido espiritualmente a los hombres en los siglos pasados.
[5] Küng señala que el moralizar “supone una sobrevaloración y exageración de la moral (…) convierte a la moral en única medida del comportamiento humano; ignora la relativa independencia de los diversos ámbitos de la vida, como la economía, el derecho y la política” en Küng, Hans. Una ética mundial para la economía y la política. México: Fondo de Cultura Económica, 2000, p.11.
February 17th, 2011 at 12:00 pm
Que Tal, solo queria decirles que estoy muy de acuerdo con su artículo. Leo mucho este página web. Gracias por el maravilloso trabajo que están haciendo su equipo.