II
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No apareces en el destierro de alguien que tiene tu nombre.
Una repasada frase te llama en el deshielo, la soltura del temporal nos hace ser ventana, mirar fachadas:
Somos una desnudez de labios que complace rostros y rostros.
Sabemos que la cercanĂa es esa penumbra que nos abraza, este deseo empecinado en hincar el incisivo en tu muslo.
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Alguien se ha curado en tu muslo.
December 9th, 2008 at 9:57 am
Todo el poema me fascina, pero el primer y el Ășltimo verso son sencillamente sublimes.